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Nacho Muñoz: "¿Necesitamos desconectar en vacaciones?"
¿Para qué sirven las vacaciones? ¿Necesitamos la desconexión absoluta de nuestra vida profesional en este período? Con este artículo se repasa desde una perspectiva singular las percepciones que tenemos del trabajo y del descanso.
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Dejar pasar el tiempo, estar en posición de “duermevelas”, mirar con detalle algo intrascendente desde una cómoda posición, caminar despacio sin rumbo alguno... son algunas de las tareas que nos ponemos en vacaciones. Bueno, también somos capaces de poner el reloj a las 6:00, pasarnos el día haciendo rutas en bici, atascarnos en caravanas hacia la playa o comer y beber como nunca pensábamos que pudiéramos hacerlo. ¿Para qué sirven las vacaciones? ¿Somos capaces de desconectar? ¿Nos vienen bien?
Hablar de vacaciones no es fácil. Hay quienes las defienden a capa y espada porque, dicen, es cuando se puede vivir plenamente. Otros, sin embargo, argumentan que tampoco es necesario desconectar del todo porque, de hecho, las vacaciones sirven para recargar pilas, tomar distancia y, así, poder volver al trabajo con más energía.
Después de leer un montón de artículos (puedes ver aquí 13 dignos de guardar para leer con tranquilidad), esta vez he preferido preguntarle a dos viejos colegas, que saben mucho de la vida, para que me den su punto de vista. Al final, después de todo, creo haber llegado a ciertas conclusiones interesantes.
El primero con los que me vi fue con Gorka Txondo, un empresario con larga trayectoria y un negocio que aguanta vendavales, a pesar de los pesares. Gorka tiene un sentido de la vida un tanto peculiar que siempre he admirado, por eso quise averiguar lo que opinaba sobre el tema de las vacaciones. Grabadora en mano, comencé directo al grano:
(N) Gorka, ¿para qué nos sirven las vacaciones?
(GT) Nacho, amigo, para qué sirven las vacaciones no es la pregunta. La buena pregunta es: ¿para qué nos sirve el trabajo?
(N) Bueno, Gorka, está bien: ¿para qué trabajas?
(GT) Mira, yo trabajo para poder ganarme el descanso. No hay nada más feliz que la sensación que se tiene un viernes por la tarde, antes de saber que tienes todo el fin semana para disfrutar… Bueno, sí, hay una sensación mejor: la que se tiene el último viernes antes de coger las vacaciones de verano, sabiendo que vas a poder hacer lo que te dé la gana en las semanas siguientes. Y el que piense que esto no es así, se engaña.
(N) Sí bueno… y… ¿para qué utilizas las vacaciones, entonces? ¿para qué te sirven?
(GT) Pues para vivir, para vivir de verdad. Es decir, para disfrutar de la vida. Trabajar es estar todo el tiempo rodeado de obligaciones y presiones externas. Cuando no trabajas disfrutas mejor de la vida, porque eres tú quien te pones las obligaciones y las presiones que quieres, obligaciones autoimpuestas, no condicionadas por nada ni por nadie, sólo porque te apetece llevarlas a cabo.
(N) Bien, bien. Pero entonces, para ti es una lata el trabajar, como decía aquella canción, ¿no?
(GT) No, no necesariamente. Yo trato de pasármelo bien siempre. Si no, estaría deprimido. Pero por ejemplo, para mi mujer la cosa no es igual: ella encuentra en la desconexión de las vacaciones un auténtico mecanismo de supervivencia, porque su trabajo se ha convertido en un infierno.
(N) Entonces estás conmigo en lo siguiente: si no te apasiona lo que haces en tu trabajo, estás abocado a una desazón permanente, ¿no?
(GT) Qué cursi que eres, macho... No... Una cosa no va con la otra. Lo que tengo claro es que en el trabajo no voy a encontrar mi plenitud: la encontraré con mis amigos, con la familia, en conversaciones, en paseos, en el deporte, en… donde sea, pero seguramente la felicidad plena no la voy a encontrar en el trabajo. En el trabajo encuentras satisfacciones importantes, a veces engañosas, pero no la felicidad verdadera.
(N) Y en vacaciones, ¿logras desconectar del todo?
(GT) ¡Claro! En vacaciones trato de no hablar de cuestiones que tengan que ver con el trabajo, ya que para eso tengo otros 11 meses. Tengo hobbies que no puedo practicar con asiduidad, lugares que no tengo tiempo de ver tranquilamente, familia a la que no le dedico el tiempo que me gustaría… Las vacaciones son para hacer todas esas cosas: para descansar, para desconectar y para vivir lo que el trabajo no te permite el resto del año.
La entrevista con Gorka derivó por temas que no vienen a cuento, por eso también quiero dejar aquí el fragmento de conversación que tuve con mi viejo amigo Domingo Díaz-Festivo, psicólogo y autor de varios libros. Domingo se alinea con la corriente positivista tan de moda ultimamente, pero tratada desde una perspectiva científica. Tiene retos ahí, sin duda. Le dije si me podía conceder unos minutos para la entrevista y accedió. Ahi va lo más destacado.
(N) Domingo, ¿para qué nos sirven las vacaciones?
(DDF) Claramente, las vacaciones las tenemos para descansar, tomar distancia, recargar las pilas y disfrutar al máximo, porque preparas el cuerpo adecuadamente para una vuelta al trabajo lo más saludable posible.
(N) Pero Domingo, ¿y lo del estrés posvacacional donde queda?
(DDF) El estrés posvacacional lo tienen aquellos a los que no les gusta su trabajo, los que no se apasionan con lo que hacen. Ah, bueno, y también con aquellos que se dejan para septiembre más marrones que caramelos... y lo saben. Por mucho que nos guste nuestro trabajo, si lo que nos aguarda a la vuelta de vacaciones es un auténtico brownstorming, ¿cómo no te va a entrar estrés?
(N) Pues sí... y según tu opinión, ¿desconectamos en vacaciones para olvidarnos del trabajo?
(DDF) ¡Qué va! ¡No! Desconectamos de la rutina laboral para poder hacer cosas que nos gusta hacer, pero que precisamente nuestra rutina no nos deja hacer.
(N) Pero, en todo caso, se desconecta del trabajo, ¿no?
(DDF) Yo no recomiendo desconectar totalmente de nuestra actividad profesional. Piensa: un buen libro que tenga que ver con nuestra profesión puede resultar más útil leido en una hamaca de playa que en la mesa del despacho en plena vorágine de otoño, por ejemplo.
(N) ¿Y leer un libro sobre tu trabajo en la playa es descansar?
(DDF) ¡Ya te digo! Y se puede hacer la mar de a gusto. Pero repito: te tiene que gustar lo que haces, tienes que sentir retos constantes que poder superar, inquietudes que resolver. Y en este ejemplo, también, que te guste leer, claro.
(N) Entonces, descansar no tiene por qué ser lo mismo que desconectar, ¿no?
(DDF) Descansar supone vivir en ausencia de cualquier obligación externa. Si te gusta leer y te gusta tu profesión, la lectura de un buen libro, como te decía, o tener conversaciones en el chiringuito con otros colegas a los que solemos ver sólo en momentos ajetreados, puede reportarte buenos momentos, ¿por qué no? Y se está descansando, claro que se está descansando... y también disfrutando.
(N) Qué curioso, le he preguntado a otro conocido y también me ha hablado de la ausencia de obligaciones que le imponen otros para explicar lo que representan las vacaciones...
(DDF) Es que lo reconozcamos o no, sólo en vacaciones podemos autoimponernos rutinas. Cuando estamos en el día a día del trabajo nuestro tiempo lo tenemos ya asignado por presión externa y no tenemos capacidad de maniobrar con completa libertad y hacer lo que nos venga en gana. En vacaciones sí que tenemos todo el tiempo para nosotros.
(N) Y tiempo es lo que necesitamos
(DDF) Sí, tiempo es lo que necesitamos para ser mejores: sin tranquilidad y sin tiempo ni vivimos ni trabajamos, sino que simplemente vamos persiguiendo la vida y el trabajo.
Después de hablar con estos dos viejos colegas, de haber leido mucho sobre vacaciones y de comenzar a sentir el astío del calor y la necesidad de cerrar el portátil por unos días, llego a algunas conclusiones sobre lo que representan las vacaciones que me parecen, cuanto menos, curiosas...
1- Es curioso que estemos todo un año estableciendo multitud de conexiones con la realidad para, en un momento dado, decidir abandonarla y huir de ella, añorando encontrar otras esferas de tu vida que realmente prefieres. (Ampliar aquí).
2- Es curioso cómo necesitamos cambiar drásticamente de rutinas para sentirnos bien, como si los hábitos que vamos construyendo en el día a día nos resultaran tóxicos para nuestra propia supervivencia.
3- Es curioso que el no-trabajo es, para muchos, lo mejor que les pasa en la vida... y que una cosa es vivir y otra distinta trabajar, cuando al menos la mitad de nuestra vida la pasamos trabajando.
4- Es curioso que necesitamos desapegarnos del trabajo, incluso cuando nos gusta y nos apasiona. Es curioso que tengamos que olvidarnos de él para retomar la actividad con más fuerza. (Ampliar aquí).
5- Es curioso que cuando nos sentimos distantes de nuestro trabajo, cuando parece que está maravillosamente lejos, somos capaces de pensar en el trabajo de una manera nueva, sorprendentemente creativa. Es curioso que tengamos avances profesionales mientras nos forzamos a no trabajar.
6- Es curioso que, aunque somos capaces de reconocer que tomar distancia ayuda a nuestra creatividad y que hay hábitos que nos perjudican, nos pasamos otros 11 meses con los mismos hábitos, en las mismas cuatro paredes, con las mismas rutinas... minando nuestra creatividad y buscando un mes en el que tener que volver a desconectar.
7- Es curioso que para muchos encontrar indicios de vínculos profesionales en las vacaciones es síntoma de no estar descansando y de no estar desconectando y que, por tanto, así no se puede disfrutar bien del periodo vacacional.
8- Es curioso que a muchos no solo no les pasa absolutamente nada, sino que además le apetece no desconectar por completo en vacaciones.
9- Es curioso que si reconocemos que tomar distancia ayuda a pensar mejor en nuestra actividad profesional, seguimos imponiéndonos las vacaciones sólo en uno o dos períodos, y no de forma distribuida a lo largo de todo el año.
10- Es curioso cómo correlacionamos el cambiar de aires con el gastarnos todos los ahorros para irnos fuera. ¿No es posible desconectar sin gastar tanto dinero?
Y para ti, piensa, ¿para qué te sirven las vacaciones? ¿las sabes aprovechar? ¿necesitas desconectar... del todo?
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Este documento está en la microsite de i-skills donde puedes consultar más contenidos sobre el tema. También te recomendamos visitar el Boletín de verano [Nº17] que hemos preparado desde emotools.
(Las imágenes son de dos grandes: El Roto está en la imagen de portada y Forges a lo largo del texto)
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